viernes, 22 de abril de 2011

Frío

Un pesado hueco. Hoy no estoy aquí, ni allí. Hoy no sé dónde estoy. Creo que ni siquiera estoy. Un vacío absoluto. Sombras de ayer, de hoy. Una sonrisa como un susto. Estómago vacío sin hambre. ¿Suerte? Recuerdos de besos y abrazos. Rembrandt. Radiohead. No hay felicidad por ninguna parte. No hay tristeza por ninguna parte. No hay nada. No hay nadie. No sé dónde estoy. Un té rojo con leche. Una tetera entera. Frío. Una estufa de butano. Un flexo de latón. Jersey demasiado fino, demasiado tranquilo. Marrón, por supuesto. ¿Melancolía? No hay rabia, no hay vida, no hay alcohol, no hay azúcar, no hay energía. Manos suaves en paro. Baño hirviendo. Miedo a ahogarme. Frío. Verduras hoy. Verduras ayer. Verduras mañana. Miedo. Nihilismo. Estoicismo. Sueño de Epicúreo. Beethoven. Rachmaninoff. Do menor. Torre Eiffel.  Mirada perdida. Locura perdida. Sueño etéreo. Internet robado. Alma perdida. Cuerpo desapareciendo. Manos frías. Fotografias sin alma. Alma sin vida. Nada. Frío. Alma congelada. Mar de sueños. Desgraciadamente solo cuando duermo. Fuego. Luz que no ilumina. Un E-mail no enviado. ¿Cobardía? Blasfemia. Desconocidos. Hola, que tal, ¿bien y tu? Bien, adiós, adiós. Lo único que queda es sinceridad. Cenizas de la verdad.  Un atardecer de recuerdos. Una noche de oscuridad. Un amanecer sin Sol.
Frío.


sábado, 16 de abril de 2011

Nix

¡Ay la noche! Oscura como la que más, pero también la que más ilumina... La que nos ciega con su brillo, la que nos oculta lo malo, nos otorga los medios, nos esconde de la vida, de la muerte. La que nos da terror y nos quita los miedos. Cándida con su Luna, con su solitaria luna que nada espera, que solo observa y se acompaña de sus estrellas, que vive mirando, no observando y que tanta vida otorga.
En fin, gracias Sol por descansar todas las noches y alumbrarnos con tu oscura ausencia.