Abrió la puerta de su casa y dejó las llaves en la mesita al
lado del ropero. El ambiente estaba cargado, e inusualmente cálido. Miró a un
lado y a otro pero no había nada raro. No había nadie en casa, pero sentía que
alguien había estado ahí antes. Cerró la puerta tras de sí y tras quitarse el
abrigo y dejarlo en su cuarto se dio cuenta de que su cuarto no era su cuarto,
su casa no era su casa y ese aroma no era el que debería haber al volver de
trabajar.
Entonces se dio cuenta de que él tampoco era el mismo que había salido de casa unas horas antes. Tras comprenderlo fue a la cocina y se puso a hacer la comida.
Entonces se dio cuenta de que él tampoco era el mismo que había salido de casa unas horas antes. Tras comprenderlo fue a la cocina y se puso a hacer la comida.