martes, 26 de febrero de 2013

Microrrelato 1


Abrió la puerta de su casa y dejó las llaves en la mesita al lado del ropero. El ambiente estaba cargado, e inusualmente cálido. Miró a un lado y a otro pero no había nada raro. No había nadie en casa, pero sentía que alguien había estado ahí antes. Cerró la puerta tras de sí y tras quitarse el abrigo y dejarlo en su cuarto se dio cuenta de que su cuarto no era su cuarto, su casa no era su casa y ese aroma no era el que debería haber al volver de trabajar.
Entonces se dio cuenta de que él tampoco era el mismo que había salido de casa unas horas antes. Tras comprenderlo fue a la cocina y se puso a hacer la comida. 

domingo, 24 de febrero de 2013

¿Recuerdas aquella tarde de primavera?


¿Te acuerdas de aquella tarde de primavera?
Tú llevabas aquél vestido que te sienta tan bien con tu sonrisa, y yo iba como siempre, pero me sentía más guapo a tu lado. Fuimos al cine y vimos una película que no dejaba de hacerte sonreír, y yo no podía dejar de mirar cómo se levantaban tus pómulos sonrojados, mientras me acariciabas la mano.

A la salida aproveché un momento que estabas distraída para comprarte flores, y tú hiciste como que te enfadabas porque te dan pena las flores porque se acaban tirando, pero yo me fijé en que tus orejas se habían puesto coloradas por lo que supe que te habían gustado. Además hacían juego con tus ojos.

Fuimos paseando sin rumbo de la mano de un lado a otro sin nada que hacer más que reír, mirarnos y besarnos.

Después fuimos a mi casa y te preparé la cena mientras hablábamos, mientras me abrazabas cuando cocinaba y me besabas el cuello y apoyabas tu cabeza en mi espalda. No me acuerdo el qué cociné pero no parabas de decir que estaba delicioso por lo que acabé creyéndomelo. Me acuerdo lo graciosa que estabas cuando se te calló la comida al vestido y me pediste que te ayudara a quitar la mancha, te acompañé al baño y bueno, tú estabas con el vestido a medio quitar y me dio pena no quitártelo del todo mientras te besaba el cuello.

Recuerdo que hicimos el amor como si no hubiera un mañana y recuerdo que te quedaste dormida sobre mi pecho, desnuda, y yo te acariciaba la espalda y el pelo y también acabé dormido.

Ojala no hubiera sido un sueño, porque fue muy bonito. Lástima que no haya pasado.

domingo, 3 de febrero de 2013

Una noche como otra cualquiera

Una noche como otra cualquiera. Con tu sombra, con tu eterna mirada posada en mi alma. No sé qué puedes estar mirando, ya viste todo. No te veo pero sé que me miras. Me miras con tristeza. Me miras aunque no estés. Me miras aunque no existas.
Quiero dejar de ver el mundo.
Porque todavía tú eres mi mundo.