martes, 11 de diciembre de 2012

Carta a Marco


Hola Marco:

Siento mucho haberte dejado solo tanto tiempo. Aunque no me creas y suene una estupidez lo hice por tu bien, para que seas más fuerte. Siempre pensé que podría ser un error y sufría constantemente por ello, pero veo en lo que te has convertido y me siento muy orgulloso. Claro que hay cosas que mejorar, como con todo, pero estás empezando a ser una bella persona y creo que eso es lo fundamental, y no solo eso, sino que además creo que puedes llegar a ser muy feliz.

Siento mucho haberte emborrachado una y otra vez cuando sabía que no iba a poder ahogar el dolor que sentías. En el fondo sabía que no iba a servir para nada, pero en el fondo también sabía que lo necesitabas, que cuando vas tan borracho que no te tienes en pie solo puedes ser tú mismo y dejar tu alma desnuda; purificarla en la noche con las lágrimas que te empañaban.

Siento que puedas haber llegado a sentir satisfacción en tu dolor, que hayas llegado a creer que estar solo iba a ser la solución a tus males, a todo el daño que te haces creyendo que podrías haber evitado todo ese dolor. A estas alturas ya sabrás que el dolor es inevitable, y que el que quiere sentir mucho, sufrirá también mucho. No te puedes imaginar lo bellas que son ahora esas personas que crees que podrías haber evitado su sufrimiento. Ese sufrimiento que era consecuencia tuya, no era por tu culpa. Ese dolor no partía de ti sino de ellas. Ellas te quisieron mucho, mucho más incluso de lo que te llegaste a querer. Y se hicieron sufrir tanto como te hiciste sufrir. Nunca sabremos si se hizo lo correcto, pero todo que se hace por amor va más allá del bien y del mal.

Siento que por mucho que te hayas abrigado hayas sentido tanto frío. Tú sabrás mejor que nadie que el calor proviene del corazón, no de la estufa. No vivimos en Siberia, sabes perfectamente que no hace tanto frío. Incluso cuando sudabas sabías que tenías frío. Ahora sabes de donde viene todo el calor.

Quiero que sepas que no ha habido ni la mitad de egoísmo en tus acciones de las que crees que has tenido. Debes luchar por ser feliz ante todo, porque sabes que si te quieren querrán verte feliz, y si no quieren eso es que no te quieren. No le des más vueltas y lucha por tu felicidad, lo que no quiere decir que debas dejar de luchar por la felicidad de los demás. Hay mucha gente ahí fuera que te debe mucho. Mucho más de lo que piensas. Puedes llegar a ser una gran  fuente de felicidad, pero debes aprender a beber tú también de ella cuando tengas sed.

Que sepas que esto no es una despedida, porque no te voy a abandonar nunca. Sabes que estaré siempre ahí. Y volveremos a hablar no te preocupes.

Cuídate mucho Marco.

Arturo

sábado, 20 de octubre de 2012

Mírame chiquilla

Mírame chiquilla con tus ojos de agua.
Mírame chiquilla, no a mi, a mi alma,
que con sus oscuros ojos
sólo puede mirar la nada.

Mírame chiquilla y late con ellos mi vida.
Mírame con verdades, mírame con calma.
Mírame chiquilla que solo yo puedo ver
cómo no hay mirada en la mirada,
no hay deseo en el deseo,
no hay verdad en la verdad,
no hay calma en la calma.
Mírame chiquilla.

Lluvia


Lluvia.
Mirada de miradas.
Caída fluida de la verdad.
Verdadera mentira del alma.

Lluvia.
Romance sin inicio,
ruptura sin destino.
Bebida de sabios,
muerte de Dioses.

Lluvia.
Caída de la naturaleza.
Malgaste del alma sola.

Tú, que vives en la lluvia y mueres cuando llueve el océano de tu mirada.
Tú, que cantas con el corazón y lates con la voz del alma.
Tú, que nunca llueves, tu que hablas cuando callas, que miras con los ojos cerrados.
Tú, que eres la bebida de los Dioses, el alma de los sabios, la alegría de los necios y el llanto de la soledad.

Acaparas el destino, robas felicidad, matas la sombra y avivas la esperanza.
Solo tú eres la caja de Pandora.
Solo quiero estar solo.

martes, 13 de marzo de 2012

Si hay alguien que lee esto, que sepa que no he dejado de escribir... del todo. Estoy embarcado en algo más grande, que no se a donde me llevará. Os ruego me disculpéis.