domingo, 24 de noviembre de 2013

Quiero

Quiero una noche en la que sueñe despierto lo que sueño dormido.
Quiero ser lo que sueño, quiero soñar lo que soy y quiero soñar contigo.
Quiero que me resulten incómodos y torpes mis brazos porque están con los brazos tuyos.
Quiero soñar que no despierto y que dormido sueño contigo.
Quiero ser y estar contigo.
Quiero ser.
Quiero estar.

Quiero.

viernes, 30 de agosto de 2013

Para Oier

Y es raro porque ayer parece que ha sido hoy.
Y pienso en un año y parece que fue el mes pasado.
Y mañana será en un momento.
Y el hoy es algo que no sé muy bien si comenzó cuando desperté o cuando me levanté de la cama.
¿Hoy despertaré?
¿Hoy me levantaré?
Aunque me paro, miro y pienso y estoy despierto.
Y no estoy en la cama.
Pero no fue ayer cuando me desperté.
¿O sí?
Y pienso que sueño ahora, que despertaré y me daré cuenta de que es primavera.
Una de esas primaveras alegres, una de las de faldas cortas y sonrisas largas.
Pero estamos en verano. Y no es verano para mí.
Pero tampoco otoño ni invierno.
Y mi primavera no tiene faldas cortas.

viernes, 16 de agosto de 2013

Micropoema

¿Quién sabe si en la noche, cuando la vida es oscura y la mente brillante, en el momento en que uno puede cerrar los ojos para sonreír por dentro, se puede encontrar lo que nunca debió ser buscado?

miércoles, 15 de mayo de 2013

Recuerdo


Recuerdo la gloria del pasado.
La belleza eterna, las miradas del alma.

Recuerdo los suspiros vitales,
hormigas en la nuca,
aliento cálido en el corazón.

Recuerdo la distancia inexistente,
la desnudez del rostro,
las lágrimas que sonreían.

Recuerdo que la belleza no estaba en la vista sino en el tacto.
Recuerdo que el olor lo captaba el alma, no la nariz.
Recuerdo que miraba hacia atrás y veía el futuro.

Era una brisa que anunciaba la primavera.

Caminaba sin camino. Con rumbo fijo, sin descansos. No había baches, no había bancos para pararse a mirar. Y cuando llegué al final encontré un mar, era un océano de miedos y dudas. Las olas eran lágrimas. La espuma dolía, y el frió esta en el corazón, no en la piel. El dolor esta dentro y busca salir de ahí como una burbuja de aire que busca escapar del agua. Pero la burbuja de dolor es como la tinta, que se diluye y puedes ver que se expande, y pierde color, pero contagia todo  a su alrededor, y lo deja diferente, eternamente alterado. Alterado pero no mejor. Alterado pero no peor. Alterado pero más fuerte.
Sin más.

domingo, 10 de marzo de 2013

Juramento


Me he pegado toda la vida obsesionado con no mentir, porque sería no solo una traición a los demás sino también a mí mismo,  y por eso nunca lo he hecho. Pero me he dado cuenta que todas las veces que creía que simplemente no diciendo las cosas, o pensando que no tengo por qué contarlas es mentir, sobre todo a mí mismo. Y todas las veces que he sentido algo y, o por ser consecuente, o por no dañar a nadie no he dicho lo que sentía he mentido o me he mentido. Y todas las veces que he querido besar o abofetear y no lo he hecho me estaba mintiendo.

Juro sobre mí mismo que no me volveré a mentir. 

martes, 26 de febrero de 2013

Microrrelato 1


Abrió la puerta de su casa y dejó las llaves en la mesita al lado del ropero. El ambiente estaba cargado, e inusualmente cálido. Miró a un lado y a otro pero no había nada raro. No había nadie en casa, pero sentía que alguien había estado ahí antes. Cerró la puerta tras de sí y tras quitarse el abrigo y dejarlo en su cuarto se dio cuenta de que su cuarto no era su cuarto, su casa no era su casa y ese aroma no era el que debería haber al volver de trabajar.
Entonces se dio cuenta de que él tampoco era el mismo que había salido de casa unas horas antes. Tras comprenderlo fue a la cocina y se puso a hacer la comida. 

domingo, 24 de febrero de 2013

¿Recuerdas aquella tarde de primavera?


¿Te acuerdas de aquella tarde de primavera?
Tú llevabas aquél vestido que te sienta tan bien con tu sonrisa, y yo iba como siempre, pero me sentía más guapo a tu lado. Fuimos al cine y vimos una película que no dejaba de hacerte sonreír, y yo no podía dejar de mirar cómo se levantaban tus pómulos sonrojados, mientras me acariciabas la mano.

A la salida aproveché un momento que estabas distraída para comprarte flores, y tú hiciste como que te enfadabas porque te dan pena las flores porque se acaban tirando, pero yo me fijé en que tus orejas se habían puesto coloradas por lo que supe que te habían gustado. Además hacían juego con tus ojos.

Fuimos paseando sin rumbo de la mano de un lado a otro sin nada que hacer más que reír, mirarnos y besarnos.

Después fuimos a mi casa y te preparé la cena mientras hablábamos, mientras me abrazabas cuando cocinaba y me besabas el cuello y apoyabas tu cabeza en mi espalda. No me acuerdo el qué cociné pero no parabas de decir que estaba delicioso por lo que acabé creyéndomelo. Me acuerdo lo graciosa que estabas cuando se te calló la comida al vestido y me pediste que te ayudara a quitar la mancha, te acompañé al baño y bueno, tú estabas con el vestido a medio quitar y me dio pena no quitártelo del todo mientras te besaba el cuello.

Recuerdo que hicimos el amor como si no hubiera un mañana y recuerdo que te quedaste dormida sobre mi pecho, desnuda, y yo te acariciaba la espalda y el pelo y también acabé dormido.

Ojala no hubiera sido un sueño, porque fue muy bonito. Lástima que no haya pasado.

domingo, 3 de febrero de 2013

Una noche como otra cualquiera

Una noche como otra cualquiera. Con tu sombra, con tu eterna mirada posada en mi alma. No sé qué puedes estar mirando, ya viste todo. No te veo pero sé que me miras. Me miras con tristeza. Me miras aunque no estés. Me miras aunque no existas.
Quiero dejar de ver el mundo.
Porque todavía tú eres mi mundo. 

martes, 15 de enero de 2013

Un sueño


Me tumbé en la cama. Estaba bastante cansado del día, y me tumbé quitándome los zapatos con los talones. Tú me viste desde el marco de la puerta, yo estaba con los ojos cerrados, pero podía imaginarte ahí apoyada en el marco, con tu pelo suelto, mirándome con esa sonrisa tan dulce que tienes. Abro los ojos y veo cómo te acercas a mí,  te sientas a mi lado, me acaricias el pelo, me besas en la frente y te tumbas a mi lado apoyando tu cabeza en mi pecho mientras recorres con tu dedo mis costillas por debajo de la camiseta, sin hacerme cosquillas pero  casi.

Y me hiciste muy feliz casi sin hacer nada.