¿Dónde está la belleza que me embargaba,
que me emborrachaba mis dulces noches
con su suave destello de color, de olor;
la verdad desnuda que me hace olvidar el mal?
¿Dónde te hallas, que cuando te busco no te encuentro,
cuanto te olvido apareces, y cuanto te tengo me haces olvidar que existes?
¿Dónde están los susurros, las caricias esperadas, los besos inesperados,
la mirada sutil y el caminar ligero de tus pasos delicados?
Quiero encontrarte, belleza, quiero que me vuelvas a dar tu dulce aliento,
que me reconfortes con tu existencia áurea, perfecta y despiadada.
Que no vuelva a ser yo, solo porque quiero contemplarte sin destruirte.
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